Dedicado a mi madre…
La mejor, con demasiado amor
para dar. Desinteresadamente ayudabas a los otros, entregando hasta lo tuyo.
Todos
te querían, yo te amaba.
Porque querer es desear,
obtener algo, en cambio amar, es entregar sentimientos puros.
Sé y lo tengo presente que
nos
encontraremos en otra vida,
mi
gorda preciosa, siempre en mi mente.
… y a mi
hermano raptado por las sirenas.
Nos viniste a visitar, lo sé,
porque a mi nariz llegó el aroma de los remolinos azules,
esos coronados por la blanca
espuma, que formas cuando nadas cerca del lugar donde ya no te vimos nunca
más...
Mauricio
del mar manso ya no estás,
¿Entonces por qué tu perfume esta
noche me vino a visitar?
Tranquilo debes estar, ya que
te recordamos sin llorar. Más desde aquí te envío, hermoso hermano mío,
un
abrazo caluroso, para que no tengas frío.

